Cuando preparamos un viaje a países de Europa, uno de los muchos temas a tener en cuenta es en qué idioma nos vamos a poder comunicar con sus habitantes. A veces lo que parece muy difícil no lo es tanto, porque en países como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, donde los idiomas nos resultan totalmente extraños, la gran mayoría de los habitantes hablan también inglés. Una dificultad adicional se presenta cuando además de que no conocemos el idioma, la escritura utiliza caracteres que no son los latinos y nos resulta difícil leer los carteles (por ejemplo en Grecia y en Rusia). Pero algo inesperado nos ocurre en ciertas regiones de países cuya lengua sabemos cuál es, aunque no la sepamos hablar, y vemos los letreros en un idioma diferente. Esto ocurre en Francia en la región llamada Alsacia, en el nordeste del país.
La principal ciudad de Alsacia, Estrasburgo, tiene un nombre de origen alemán que significa “Ciudad de carreteras” (Strassburg). Es que Alsacia es una encrucijada de vías de comunicación por carreteras, líneas de ferrocarril y fluviales, que conectan el Norte de Europa (incluyendo el Mar del Norte y el Mar Báltico), con el Sur de Europa (incluyendo el Mar Mediterráneo) y el Este de Europa.
La impronta cultural franco-germana que caracteriza a Alsacia, tiene que ver con la Historia y la localización estratégica de esta zona. Luego de muchos siglos de pertenecer a distintos reinos germánicos, en 1681 las tropas de Luis XIV, Rey de Francia, ocupan Alsacia. En 1871, la derrota francesa en la Guerra Franco-Prusiana, provoca que Alsacia pase a formar parte del Imperio Alemán hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Durante estos casi 50 años se produjo un fuerte desarrollo urbanístico y cultural. El retorno al dominio de Francia no duró mucho y ya en 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, Alsacia es ocupada por los nazis. Es un período de aplicación de las políticas antisemitas y de discriminación hacia la población de origen no germánico. Hubo también reclutamiento forzado de jóvenes, para luchar en los ejércitos alemanes. En 1944 Francia libera la región del dominio nazi, y finalmente en 1946 se establece en Estrasburgo el Consejo de Europa, convirtiéndose esta ciudad en símbolo de la reconciliación franco-alemana.
Si bien la lengua original de la región es el alsaciano, un conjunto de dialectos vinculados al alemán de Suabia y Suiza, actualmente el idioma predominante es el francés, con un porcentaje importante de población que habla también alemán o alsaciano.
Situación geográfica
Alsacia se asienta en el amplio valle que se extiende entre el Macizo de los Vosgos, que separa Alsacia de Lorena en Francia, y la Selva Negra, cadena montañosa del Sudoeste de Alemania. Ese valle es surcado por el río Rhin, uno de los más importantes de Europa, que sirve de frontera actual entre Francia y Alemania en esa zona.
El Macizo de los Vosgos alberga una importante zona vitivinícola, con particular participación de vinos blancos, especialmente en las cepas riesling, silvaner y gewürztraminer, características de la región.
El fácil acceso al río Rhin ha promovido el desarrollo industrial de la región, ya que permite una eficiente comunicación con el norte de Europa y el acceso al Mar del Norte. Esto hizo que se establecieran importantes industrias del rubro automotriz, químico-farmacéutico, alimentario, biotecnología y textil. Hay también un creciente sector de empresas dedicadas a nuevas tecnologías.
Colmar
Es la tercera ciudad en población en Alsacia (detrás de Estrasburgo y Mulhouse) y uno de los mejores ejemplos de ciudad alsaciana, con un encantador Centro Antiguo y un barrio surcado por canales llamado La Petite Venise.
Reconocida como Ciudad Imperial Libre desde el siglo IX, se desarrolló a partir del siglo XIII como centro de producción y comercio vinícola. Esto se tradujo en la construcción de bellos edificios, muchos de los cuales los podemos contemplar hoy día.
Recorriendo las estrechas calles del Centro Antiguo, podemos ver edificios con fachadas bellamente decoradas y el típico estilo alemán con entramados de madera. A pesar de haber sido bastante dañada por los bombardeos en las dos Guerras Mundiales, el cuidadoso trabajo de restauración le devolvió el esplendor original.
Un comentario especial lo merece el barrio con canales conocido como La Petite Venise que puede ser recorrido a pie o con pequeñas embarcaciones turísticas.
Un dato curioso es que Colmar tiene como hijo dilecto a Frédéric Bartholdi (1834-1904). A la mayoría el nombre de este escultor no nos dice mucho, pero cuando vemos su obra más famosa…
… que fue un regalo del pueblo francés al pueblo estadounidense en 1886, al cumplirse 110 años de la Declaración de la Independencia de Estados Unidos.
Siguiendo la herencia cultural de Colmar, vale la pena conocer el Museo de Unterlinden (Bajo los tilos), situado en un convento del siglo XIII. Allí se encuentra una famosa pintura religiosa: el Retablo de Issenheim. Es un políptico con esculturas (de Nicolas de Haguenau) y pinturas de Matthias Grünewald finalizado en 1516. Tiene un gran tamaño ya que está formado por ocho paneles, siendo el más destacado la Crucifixión que mide 269 cm de alto por 307 cm de ancho.
Impresiona la intensidad dramática de las figuras y el uso del color que acercan esta obra al Manierismo y a la singular figura de El Bosco. La obra quedó en el olvido, hasta que las Vanguardias históricas de fines del siglo XIX y principios del XX, la revalorizaron como una anticipación del Expresionismo.
Estrasburgo
Es la mayor ciudad de Alsacia y un históricamente importante nudo de comunicaciones. Esto la ha destacado como importante centro industrial y comercial de Francia, ya que su puerto sobre el río Rhin es uno de los mayores de esa vía fluvial, a su vez la más transitada de Europa.
Por su posición geográfica en el centro de Europa Occidental y en la frontera de dos históricos rivales de Europa, Francia y Alemania, le ha valido ser designada como sede del Consejo de Europa en 1946 y del Parlamento Europeo en 1952. Esto, además de agrandar y resaltar la ciudad, la convirtió en un polo cultural de Francia. También es una ciudad que trata de mostrar la reconciliación franco-alemana, y un ejemplo de ello es el canal cultural ARTE TV que produce contenidos en francés y alemán.
Es también una ciudad con canales, ya que allí desemboca un afluente del Rhin, el río Ill (ill) formando un conjunto de islas en las que se encuentra la parte antigua de Estrasburgo. La combinación de canales con edificios antiguos le da un carácter distintivo.
Destaca especialmente el distrito conocido como Petite France junto al río Ill y la gran Plaza Kléber que están dentro de la llamada Gran Isla (La Grande Ile). La Plaza Kléber lleva el nombre de un importante general de las tropas napoleónicas, nativo de Estrasburgo.
Muy cerca de allí se encuentra la impresionante Catedral de Estrasburgo, de estilo gótico tardío, construida entre 1015 y 1439. Tiene una única torre de 142 m de altura.
Si bien, al igual que Colmar, fue dañada en las dos Guerras Mundiales, la cuidadosa reconstrucción permite disfrutarla con ese particular estilo renano de sus antiguas casas.
Una muy buena alternativa para recorrer Estrasburgo, es haciendo un paseo en barco turístico por los canales.
No faltan espacios verdes en Estrasburgo y uno de los más bellos es el Parc de Órangerie, construido en el siglo XVII.
Como mencionamos antes, Estrasburgo es la sede del Parlamento Europeo. Esta institución que aparece reiteradamente en las noticias de Europa y el mundo, es la que representa a los ciudadanos europeos que, a través de su voto eligen directamente a sus representantes. Se ocupa de elegir y controlar al poder ejecutivo, la Comisión Europea, y aprueba o rechaza los proyectos de ley que éste le presenta. Actualmente el Parlamento Europeo tiene 720 diputados, que se reúnen para las sesiones plenarias todos los meses durante cuatro días.
El magnífico edificio que lo alberga en Estrasburgo fue inaugurado en 1999.
Conocer Alsacia nos brinda la singular experiencia de estar en Francia recorriendo ciudades y pueblos de nombre alemán, con arquitectura medieval y renacentista de ese origen, combinadas con la cultura y lengua francesa. También nos habla de los esfuerzos por superar siglos de odio, guerras y destrucción, construyendo un espacio de diálogo y progreso, respetando la identidad nacional. La tarea no es fácil, pero vale la pena intentarlo para construir un futuro mejor.
14 Comments
Jorge excelente paseo y relato ,una vez mas.Mil gracias por compartirlo.!!!!
Me encanta que te haya gustado. Muchas gracias
Es una belleza única este lugar tan vapuleado por varias guerras y sin embargo mantiene su impronta así como lo detalla el magnífico Jorge
Es una muestra de que a pesar de todo se puede resurgir. Muchas gracias por tus palabras
Emocionado de volver a recorrer esta hermosa zona de Europa, tuve la oportunidad de conocerla guiado por vos hace varios años, y luego segui el recorrido por la selva negra (Titisee).- Excelente tu relato, magnificas fotos, muuuuchasssss gracias
Muchas gracias a vos, Leo. Me alegra haberte acercado lindos recuerdos
Muchas gracias Jorge por esta entrega tuya EXCELENTE donde se aprende mucho por los textos y disfruta por las hermosas fotografías. Un placer enorme al que ya nos tenés acostumbrados.. FELICITACIONES!!!
Muchísimas gracias Alfredo por tus palabras. Me pone muy contento que te guste lo que escribo
Muchas gracias Jorge! Tus relatos y explicaciones son inigualables.
Aprendo mucho con su lectura!!
Besoss
Me alegra mucho que te guste lo que escribo. Muchísimas gracias por tu comentario
Como siempre excelente relato, que en mi caso como no conozco la zona me impulsa ir a conocerla. Entra en la lista de los pendientes.
Muchísimas gracias Raúl por tu comentario.
Muchas gracias Jorge por estor relatos tan hermosos, es una forma de viajar y conocer estos bellos lugares.
Muchas gracias a vos Tomás. Me alegro que te guste lo que escribo