Muchos se preguntarán qué tienen que ver estos tres temas. Voy a tratar de explicar por qué esta entrada se titula así.
Chicago fue fundada, a orillas del lago Michigan, en el año 1833 con apenas unos 200 habitantes, siendo actualmente la tercera ciudad norteamericana en población, con unos 2,7 millones de habitantes. Este notable crecimiento estuvo asociado al principio, a la construcción de los canales (Illinois y Michigan) que conectan el sistema de grandes lagos del norte de USA con el río Misisipi y el golfo de México. Esto permitió el desarrollo agrícola, el ganadero y la industria de la madera, al poder enviar en forma eficiente desde Chicago, mediante barcazas, el excedente de estas producciones. Esto se complementó con la llegada del ferrocarril, que convirtió así a la ciudad en un centro de comunicaciones, unido a una gran parte del país y a los puertos de exportación. Las nuevas oportunidades laborales motivaron, hacia 1850, la llegada de miles de inmigrantes atraídos por el éxito imparable de Chicago. Este crecimiento aumentó luego de la Guerra de Secesión (1861-1865), durante la presidencia de Abraham Lincoln. El triunfo de la Unión en esta guerra, impulsó a los estados del Norte sobre los del Sur, y Chicago estuvo entre los triunfadores. Pero como ocurre muchas veces en la vida, una catástrofe se interpuso en la exitosa carrera.
El 8 de Octubre de 1871 comenzó un devastador incendio que, en tres días, convirtió en cenizas 800 Ha del centro de la ciudad. Una combinación de una larga sequía con viento cálido, y el hecho de que casi todas las construcciones fueran de madera ayudó a que el incendio se propagara a ambos lados del río. Como resultado del incendio murieron entre 200 y 300 personas y 100000 quedaron sin vivienda (aproximadamente 1 de cada 3 habitantes).
El mito del ave Fénix es muy antiguo y se propagó en diferentes culturas con algunas modificaciones. Las primeras referencias vienen del Antiguo Egipto, donde se hablaba de un ave llamada Bennu asociada a las crecidas del Nilo, al Sol y a la muerte. Una vez cada 500 años construía un nido, con los mejores elementos que recogía en su vuelo por todo Egipto. En su nido, y luego de un bello canto, se dejaba consumir por el fuego, para luego renacer fortalecido. Es así como este mito, reelaborado por distintas culturas, se convirtió en un símbolo de la capacidad humana para sobrellevar y salir fortalecido de eventos traumáticos, cualquiera sea su índole.
Actualmente es común que hablemos de resiliencia, para referirnos a la capacidad humana para adaptarse y superar la adversidad. El hecho traumático puede ser la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, un ataque terrorista o cualquier catástrofe. La resiliencia se alcanza a través de un proceso que requiere tiempo y esfuerzo.
No creo que los habitantes de Chicago, cuando lograron apagar el incendio, hayan tenido en mente al ave Fénix o alguna idea sobre la resiliencia. Pero claramente tuvieron la capacidad para reconstruir su ciudad de una manera mejor, volviéndola más bella y mucho más resistente al fuego, como para no tener que volver a vivir un gran incendio. También desarrollaron una gran capacidad para controlar los incendios.
Para la reconstrucción del centro de Chicago se convocó a los mejores arquitectos de USA. Además hubo una concurrencia de factores, que hizo que allí se construyera el que se considera el primer rascacielos del mundo, el Home Insurance Building (1884-1885). Este edificio de 10 pisos y 42 m de altura fue innovador por su estructura de acero, que sentó las bases del sistema constructivo más utilizado en Estados Unidos. Además incorporaron los ascensores inventados por Otis unas décadas antes y la luz eléctrica.
Como consecuencia de toda esta actividad constructiva surgió la llamada Escuela de arquitectura de Chicago constituida por los grandes arquitectos que estuvieron activos entre finales del siglo XIX y principios del XX. Otro grupo de arquitectos se especializó en construir residencias para la gente acaudalada de la ciudad. Este grupo, identificado por el nombre de Prairie School (Escuela de la Pradera), fue liderado por el famoso Frank Lloyd Wright (1867-1959).
Otro de los grandes arquitectos que enseñó y construyó en Chicago es Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969). Debió huir de Alemania con el ascenso del nazismo, dejando la dirección de la Bauhaus, instalándose en Chicago donde dirigió la Escuela de Arquitectura del Instituto de Tecnología de Illinois.
Una nueva ola arquitectónica se dio a partir de 1963 con la construcción de dos torres de más de 100 pisos (la torre Willis, antes llamada Sears y la torre Hancock). La torre Willis es la segunda más alta del hemisferio Occidental.
Lo interesante es que hoy podemos conocer personalmente estos edificios pioneros, en el centro de Chicago (primeros rascacielos) y en los suburbios (residencias privadas).
La historia de Chicago tuvo nuevos episodios traumáticos en las décadas siguientes. Así las huelgas obreras entre el 1 y el 4 de Mayo de 1886, para obtener la jornada laboral de 8 horas, dieron lugar a la represión conocida como “Episodio de Haymarket”. De esto resultó la adopción del 1° de mayo como “Día del Trabajo” en la mayor parte de los países (excepto USA y Canadá).
En las primeras décadas del siglo XX la mafia ítaloamericana de Chicago tuvo un gran desarrollo, especialmente durante los años de la “Ley seca”, donde dominaron el contrabando de bebidas alcohólicas.
El notable crecimiento demográfico de Chicago se sustentó mayormente en la llegada de inmigrantes. Los primeros en llegar fueron los irlandeses, que trabajaron en la construcción de los canales Illinois y Michigan en 1836, y más tarde los que escapaban de la hambruna de la papa en Irlanda. Otros países que aportaron inmigrantes fueron Polonia, Italia, Alemania y Grecia. Como migración interna llegaron oleadas de afroamericanos desde el sur de EEUU, buscando oportunidades de trabajo y menor discriminación que en su lugar natal. Ya en el siglo XX arribaron inmigrantes de Latinoamérica, especialmente mexicanos. Todos estos grupos se afincaron en distintas partes de la ciudad, construyendo templos de acuerdo a su credo y conformando un mosaico de barrios de comunidades de distinto origen.
Al principio predominó la actividad agrícola y ganadera, asociada a las fértiles planicies de la región, combinada con la accesibilidad y las excelentes vías de comunicación para exportar a otros estados y al mundo su producción. Más tarde el desarrollo de industrias asociadas al campo y al procesamiento de alimentos. Finalmente la industria del acero, maquinaria y astilleros. Esto se comenzó a revertir a partir de 1980 y actualmente la mayor actividad económica está en el sector de servicios (Chicago es sede de grandes corporaciones norteamericanas).
A pesar de las diferentes dificultades encontradas, Chicago no dejó de crecer y desarrollarse para convertirse en la ciudad de referencia del Norte del país, así como New York lo es en la Costa Este y Los Ángeles en la Costa Oeste. Aprovecharon la costa del lago Michigan para ubicar extensos parques como el Grant Park frente al Centro o el Lincoln Park, cercano a la Gold Coast.
Como otras grandes ciudades norteamericanas, Chicago ofrece un gran despliegue de oferta cultural. Sólo por nombrar los principales museos tenemos:
Art Institute (uno de los mejores museos de arte del país)
Museum of Science and Industry (excelente museo de ciencias)
Field Museum (historia natural)
Shedd Aquarium (acuario excelente)
Frank Lloyd Wright Home and Studio (casa del famoso arquitecto)
En la parte musical tenemos a la famosa Orquesta Sinfónica de Chicago y también la oportunidad de escuchar en su ciudad de origen, jazz estilo Chicago.
Estuve en Chicago en Mayo (Primavera) y en Setiembre (fin del Verano) y tuve buen tiempo, pero por algo llaman a Chicago “Windy City” (Ciudad ventosa). Su ubicación geográfica tan al Norte y su proximidad a un gran lago, hacen que el invierno sea poco adecuado para actividades al aire libre.
Hay muchos lugares imperdibles en esta ciudad, que puede recorrerse combinando transporte público con caminatas o para los que prefieran, en bicicleta o monopatín eléctrico. Uno de los paseos imperdibles es tomar el tren elevado (conocido como “El”) en una de sus paradas del Centro, conocido como “The Loop”. Es una vista diferente de la ciudad, por lo poco común que es hoy en el mundo un tren elevado.
Otro imperdible es el Millenium Park (Parque del Milenio) inaugurado en el año 2004, situado entre el Centro y el lago, que, especialmente en verano, ofrece espectáculos y se convierte en un “espectáculo en sí mismo”. Por de pronto hay un gran auditorio al aire libre (capacidad para 7000 personas) donde se ofrecen conciertos de todo tipo y fue diseñado por el famoso arquitecto Frank Gehry (Guggenheim de Bilbao).
Hay una escultura que se está convirtiendo en el ícono de la ciudad, “Cloud Gate” de Anish Kapoor y la fuente “Crown Fountain” de Jaume Piensa.
Otro de los imperdibles es un paseo en barco por el río Chicago (Tour arquitectónico), donde se pueden admirar muchos de los rascacielos famosos de la ciudad.
El Centro además de contar con bellos rascacielos de hace más de 100 años, ofrece esculturas modernas en sus calles con obras de Picasso, Calder, Miró y Chagall entre otros.
Vistas increíbles de la ciudad se tienen desde el Skydeck de la Torre Willis (piso 103), a 413 m de altura.
Caminando por la Michigan Av. hacia el Norte, al cruzar el río entramos en la zona conocida como Magnificent Mile (Milla Magnífica), por la variedad y calidad de sus tiendas.
Más al Norte en la zona conocida como Gold Coast hay un barrio residencial con antiguas y modernas casas, entre ellas uno de los primeros intentos de apartarse del estilo victoriano, la Charnley-Persky House. Esta residencia particular fue diseñada por Frank Lloyd Wright y Louis Sullivan en 1891, cuando Wright tenía 24 años. Se percibe su objetivo de simplificar las líneas y reducir la ornamentación.
Para mejor apreciar el estilo de la Escuela de la Pradera (Prairie School) hay que trasladarse a Hyde Park, un suburbio al Sur de Chicago, donde está el campus de la Universidad de Chicago. Allí está el ejemplo más destacado de este estilo arquitectónico, la Robie House, diseñada por Frank Lloyd Wright en 1909 por encargo de la familia Robie. En este estilo predominan las líneas horizontales, los aleros en voladizo y los interiores centrados en el hogar. La casa ha sido recientemente restaurada y puede visitarse.
En el suburbio de Oak Park, al Oeste del Centro de Chicago hay más ejemplos de este tipo de diseño y está la Casa-Estudio del mismo Wright. Hay tours especializados para los interesados en Arquitectura.
Las grandes ciudades norteamericanas se han caracterizado por tener millonarios, que destinaron parte de su fortuna a la inversión en obras de arte. En muchos casos estos millonarios han donado sus colecciones, para formar el núcleo de un museo de arte que diera lustre a su ciudad. Es el caso también del Art Institute of Chicago con su sobresaliente colección de pinturas impresionistas y post-impresionistas. Muchos ricos coleccionistas norteamericanos compraron en Europa, luego de la Primera Guerra Mundial, obras de las décadas recientes que estaban a valores de oferta.
Hay mucho para ver en este museo pero quiero destacar:
Esta obra «puntillista» es impactante por su tamaño (208 x 308 cm) y porque construir esas poderosas imágenes con infinidad de puntitos de color parece imposible.
En el ámbito musical hay también una amplia oferta. Por el lado del jazz es posible escuchar el sonido Chicago, que evoco en esta grabación de Jazz Me Blues del año 1927 por la orquesta de Bix Beiderbecke.
Por el lado de la música clásica qué mejor que la Orquesta Sinfónica de Chicago dirigida por Daniel Barenboim y un fragmento de El Moldava de B. Smetana
La próxima vez que vayan a USA tengan presente a Chicago (especialmente si van entre Mayo y Setiembre), porque es una bella ciudad, con mucho para ofrecer al viajero. Sería también un homenaje a los que con esfuerzo, pudieron, como el Ave Fénix, resurgir de sus cenizas.
18 Comments
Bravo !!! Otra gran reseña. Da ganas de volver a Chicago. Veremos cuando nos deja la pandemia.
Muchas gracias Raúl. Espero que puedas volver pronto
MAGNIFICA DESCRIPCION, TUVIMOS LA SUERTE DE VISITARLA EN MAYO Y PODER DIDFRUTARLA TAL COMO LA DETALLAS,
TAMBIEN EL MOLDAVA ME TRAE A LA MEMORIA QUE EL HATIKVAH FUE INSPIRADA EN ESTA MELODIA.- AVE FENIX, RESILIENCIA, TERMINOS MUY SIGNIFICATIVOS PARA MI,GRACIAS
Muchas gracias Leo.
Excelente lugar y descripción ,me hubiera gustado conocerlo .Jorge ,muchas gracias por este hermoso viaje imaginario.
Muchísimas gracias Carlos.
Jorge, nosotros no hemos viajado a Chicago, pero a traves de está reseña, ya conocemos muchas cosas de está hermosa ciudad. Muchas gracias
Muchas gracias Tomás. Espero que tengas la oportunidad de conocerla
Ciudad que no conozco y que tu relato crea un brillo que deslumbra. Siempre la considere lejana y hostil por su clima y sus vientos.Hoy la vi hermosa.
Gracias
Muchas gracias Julio. Me alegra que la hayas podido ver mejor
Hola Jorge, la espléndida explicación que das en este blog y las fotografías que acompañas, me impactó, no sólo por la admirable y minuciosa descripción sobre la ciudad de Chicago (todo es una enseñanza para mí) sino que especialmente por la relación que hacés con el ave Fénix y la resiliencia que para mí es una palabra muy importante , que me impresiona, me conmueve y me da la fortaleza para seguir adelante.
Maravilloso y brillante, como siempre!!!!
Muchas gracias!!!!!
Muchísimas gracias Marta por tu comentario
Papa de Quiz, no hago mas que confirmar que compartimos muchos gustos. Un placer leer esperando descubrir detalles de lugares que me movilizaron
Muchísimas gracias por tu comentario y me alegra que tengamos gustos parecidos
Muy interesante post! No conozco Chicago más allá de lo que he visto en películas, series,,etc. Pero me impresiona la riqueza arquitectónica, cultural,ambiental que muestra el relato. Quedará anotada para alguna oportunidad después que pasemos la pandemia. Gracias!
Muchas gracias Gaby por tu comentario. Espero que puedas viajar pronto
Bellísimo!!! muy placentero de leer, de mirar y de escuchar…
Muchísimas gracias Analía por tus palabras.