Recientemente leí algunos textos que hacían referencia a ciertos aspectos del llamado “Siglo de Oro” (siglo XVII), en lo que hoy son los Países Bajos. Me pasó algo parecido a lo que le pasó al protagonista de “Medianoche en París” de Woody Allen. Así como él soñaba con trasladarse a la década del 20, para vivir el clima de fiesta en París, donde se codeaban en los bares los grandes artistas e intelectuales, así yo fantaseé por momentos con trasladarme hacia atrás en el tiempo unos 380 años, y vivir el clima intelectual y artístico de ciudades como Amsterdam, Leyden o La Haya. Por más que esperé en la calle no pasó ningún taxi a buscarme…
En ese famoso siglo, los Países Bajos eran una potencia europea. A pesar de su reducido tamaño y a no ser una potencia militar lograron tener una estabilidad política mejor que otros países en su tiempo. Como en un círculo virtuoso, la estabilidad les permitió prosperar económicamente, la prosperidad permitió que florecieran las artes y los estudios universitarios y todo esto ayudó a estabilizar el país.
Otro aspecto que ayudó a este florecimiento fue que no dudaron en aceptar a minorías perseguidas por otros países como los judíos expulsados de España y Portugal, los hugonotes, etc.
Llegaron también librepensadores como René Descartes y John Locke, que ampliaron la perspectiva de los propios holandeses y crearon esa visión abierta que perdura hasta nuestros días.
Pero veamos un caso concreto de esa interacción. Constantijn Huygens (1596-1687) nacido en La Haya pertenecía a una de las familias aristocráticas vinculadas al gobierno. Tuvo una esmerada educación desde muy pequeño y eso le permitió de adulto convertirse en diplomático, secretario de la corte de Holanda y al mismo tiempo ser el más destacado poeta de su época. Era amigo de Descartes que más tarde introdujo al álgebra a su hijo Christiaan (1629-1695).
Constantijn desarrolló un gran conocimiento también en arte. Su amplia formación humanística, así como su vínculo con intelectuales y artistas, le permitió alcanzar un gran conocimiento y buen gusto para la pintura. Por lo tanto cuando el gobierno se estableció en La Haya y tuvo necesidad de formar una galería de arte en la corte, Huygens era la persona adecuada para seleccionar las obras. Así su curiosidad y amor al arte lo llevaron en 1628 a Leyden donde dos jóvenes pintores compartían un taller: Rembrandt van Rijn (1606-1669) y Jan Lievens (1607-1674). Huygens quedó muy impresionado con los trabajos de estos artistas y alentó a ambos encargándoles retratos y en los siguientes años actuó como un sponsor, especialmente con Rembrandt donde detectó rápidamente su capacidad para transmitir las emociones. Era también una forma de que los Países Bajos tuvieran un artista de la talla de Rubens, el exitoso artista flamenco.
Toda esa prosperidad y el crecimiento de la burguesía hizo que los pintores de la época recibieran muchísimos encargos, no sólo de temáticas religiosas sino de retratos de los comerciantes adinerados, de las corporaciones (La ronda nocturna, El sindicato de los pañeros, La lección de anatomía del Dr Tulp, etc) , paisajes y los famosos bodegones que retrataban la abundancia de alimentos y bebidas.
Volviendo a Huygens, uno de sus hijos se convirtió en el más famoso científico de los Países Bajos. Christiaan recibió como su padre una excelente educación en matemática y derecho con tutores privados (entre ellos Descartes) y luego en la Universidad de Leyden. Finalmente se decidió por la matemática, la física y la astronomía. Fue también embajador y residió en Inglaterra y Francia por largos períodos vinculándose con Newton, Pascal, Hooke, Leibniz y otros científicos famosos. Sus mayores legados son la Teoría ondulatoria de la luz, la invención del reloj de péndulo, el estudio de los anillos de Saturno y sus satélites, así como la resolución de numerosos problemas de geometría.
Un contemporáneo de Christiaan Huygens fue Baruch Spinoza (1632-1677) con quien tuvo contacto e incluso fue vecino en La Haya. Sus padres eran judíos portugueses que debieron emigrar a los Países Bajos perseguidos por la Inquisición. Al nacer recibió de sus padres el nombre Bento y más tarde se lo conocía como Baruch en la comunidad judía de Amsterdam, su ciudad natal. A pesar de ser educado en la ortodoxia judía, influenciado por la lectura de pensadores liberales y el contacto entre otros de Uriel da Costa, muestra un pensamiento independiente, especialmente tras la muerte de su padre y finalmente es censurado/expulsado de su comunidad. Se muda a otras ciudades y finalmente termina sus días en La Haya con el nombre Benedictus (los tres nombres significan “bendito”).
Spinoza, ignorado o rechazado en vida y luego de su muerte, es revalorizado a partir del siglo XIX por filósofos y poetas. Incluso Albert Einstein habló de la influencia positiva que tuvo en su pensamiento. Su obra fue publicada mayormente tras su muerte por sus amigos y seguidores, ya que temía ser perseguido por sus ideas. Abarca la filosofía y el pensamiento político pero también recientemente se descubre en sus ideas muchos aspectos anticipatorios de la neurobiología.
Cómo se vincula Spinoza con el resto?. Así como Huygens era muy rico, su vecino Spinoza era muy pobre y se ganaba la vida puliendo lentes para instrumentos ópticos, entre ellos las que fabricaba para el físico y astrónomo C. Huygens. Su temprana muerte a los 44 años se atribuye a una tuberculosis, pero podría haberse acelerado por haber aspirado el fino polvo de vidrio del pulido de las lentes (silicosis). Fue enterrado en la Iglesia Nueva donde está su tumba pero, extrañamente, sus restos no reposan allí porque fueron robados pocos días después de su muerte y se ignora su paradero.
Como ven, el Siglo de Oro en los Países Bajos es digno de ser visitado, aunque más no sea para entender mejor esta época que nos toca vivir.
Jorge Mandelbaum (enero de 2016)