Bélgica es un país que siempre me resultó atractivo, especialmente la región flamenca. Y esto, a pesar del clima de que “goza”, con interminables días nublados, o peor aún, lluviosos. Es que comparte con los Países Bajos, el Reino Unido y el oeste de Alemania el clima del Mar del Norte que abunda en nubes, aún en verano.
Ya había estado en Bruselas y Brujas, sus grandes atracciones, cada vez más arrasadas por el turismo internacional, y también en Gante, una ciudad menos frecuentada pero igualmente atractiva (ver en el blog Vamos a Gante (Bélgica)). Sabiendo que Amberes es la segunda ciudad en población de Bélgica, en un viaje por la región decidí hacer una escala allí para explorar sus atractivos.
Para entender la importancia de Amberes, debemos primero entender su posición geográfica que resulta determinante. Amberes está situada en la margen derecha del río Escalda (Scheldt) y a unos 88 Km de su desembocadura en el Mar del Norte. Esto es lo que le permite ser el segundo puerto más grande de Europa, y décimo tercero del mundo.
Historia de Amberes
Es una Historia tipo “montaña rusa” con ascensos y profundas caídas. El origen se remonta a una pequeña población del período galorromano (siglos II y III). Los siglos siguientes muestran un lento crecimiento, dado que se trata de una población situada en los límites del Sacro Imperio Romano.
Será recién a fines del siglo XV que Amberes despegue, para alcanzar su Edad Dorada, en la primera mitad del siglo XVI. Lo interesante es que surge Amberes a costa de la declinación de Brujas. Efectivamente, a fines del siglo XV el canal Zwin, que permite la salida al Mar del Norte desde Brujas, sufre un proceso de sedimentación que impide el paso de los barcos. Esto hace que este importante centro de comercio internacional decline y los comerciantes se muden a Amberes, donde el caudaloso río Escalda no tiene estos problemas.
Comienza así el florecimiento de Amberes, que se convierte en una ciudad cosmopolita, con comerciantes provenientes de España, Portugal, Inglaterra, Alemania e Italia. Este período coincide con la exploración de los mares emprendida por los portugueses primero y los españoles después (fines del siglo XV y comienzos del XVI).
Es así que se comerciaban especias y canela de Oriente, azúcar, lana, telas, etc. Esto atrajo a banqueros, que daban asistencia financiera a los comerciantes. La política de tolerancia religiosa de Amberes permitió el arribo de muchos judíos españoles y portugueses, expulsados de sus países por la intolerancia religiosa alentada por la Inquisición.
Este período de prosperidad duró hasta 1550, decayendo Amberes y trasladándose el centro comercial a Amsterdam. Comienza al poco tiempo un largo y turbulento período, coincidiendo con la etapa de consolidación de la Reforma Protestante y las luchas que esto provocó. Recordemos que el Imperio Español controlaba Flandes y, siendo fuertemente católico, rechaza la Reforma.
El Rey de España, Felipe II, envía al Duque de Alba al frente de un ejército para sofocar la rebelión protestante, iniciando en 1568 una guerra que se prolongó por 80 años. Durante la misma se produce el saqueo de Amberes por parte de soldados españoles que dejó unos 10000 muertos y graves daños económicos. Cuando en 1648 finaliza la guerra, los Países Bajos se independizan de España y comienzan su Edad Dorada (ver en el blog Sobre el Siglo de Oro Holandés).
Comienza para Amberes un largo período de decadencia ya que, como parte del acuerdo de paz, se prohíbe la navegación del Escalda lo que le quita su posición estratégica a la ciudad. Recién a comienzos del siglo XIX, Napoleón Bonaparte vislumbra la importancia de tener un puerto allí, y ordena construir un nuevo muelle que le permita competir con el puerto de Londres. Pero al ser derrotado Napoleón se discontinúa el proyecto, y será recién para comienzos del siglo XX que Amberes recupere su importancia. Finalmente, luego de los daños que sufrió la ciudad en la Segunda Guerra Mundial, con el plan de expansión del puerto y de industrias asociadas entre 1956 y 1965, el puerto y la ciudad alcanzan el nivel de importancia que mantiene en la actualidad.
Amberes y los diamantes
Es una realidad que los diamantes han fascinado a los humanos a lo largo de muchos siglos. Los diamantes eran conocidos en la India desde hace unos 3000 años, siendo en un principio utilizados con fines religiosos. A partir del siglo XIX, con una mayor disponibilidad de diamantes y con las mejoras en las técnicas de tallado, los diamantes se han convertido en un objeto de adorno, especialmente valorado por el status que otorga el utilizar una joya con diamantes.
Personalmente, como químico, me fascina que tres materiales tan diferentes como el carbón con que cocinamos carne asada, el grafito del lápiz con que dibujamos y el diamante que lucimos en un anillo están constituidos por el mismo elemento químico, el carbono (C). Los diamantes se forman a partir de carbono en la corteza terrestre, a profundidades de entre 140 y 170 Km, con altísima presión y temperatura. En algunos pocos lugares, el magma aflora a la superficie terrestre en erupciones a través de chimeneas, y en esas rocas ígneas se pueden encontrar diamantes. Los mayores productores del mundo son Rusia, Botsuana, Canadá, Congo y otros países de África Meridional.
El diamante es el material natural más duro que se conoce, y esto le da un importante uso industrial en herramientas de corte. Por eso coexiste el mercado de las gemas, con el de los diamantes que no sirven como gemas pero sí para la industria. Existen también diamantes sintéticos para uso industrial.
Ustedes se preguntarán que tiene que ver en todo esto Amberes… Es muy simple, los diamantes gema se tallan y comercializan en unas pocas ciudades en el mundo, y la principal es Amberes. Por eso se la considera la “Capital Mundial del Diamante”. Es más, hay un barrio dedicado, el “Diamantkwartier”, de tan solo 2,5 Km2, donde se concentra toda esta actividad.
Visitando Amberes
El hecho de que Amberes sea un gran centro de actividad económica, no impide que se la pueda disfrutar caminando por su Centro, como cualquier otra ciudad flamenca.
Empezando por la Grote Markt (Plaza del Mercado o Plaza Mayor) con la Fuente de Brabo. Este curioso monumento refiere a la antigua leyenda de Antigoon, un gigante que vivía cerca del río Escalda y cobraba un peaje a los barcos que pasaban por el río. Al que se negaba le cortaba una mano y la arrojaba al río. Finalmente el valiente romano Silvius Brabo lo mata, le corta una mano y la arroja al río y este es el gesto mostrado en la Fuente de Brabo. Según la leyenda, el nombre de la ciudad Antwerpen (Amberes) proviene del neerlandés hand werpen, que significa arrojar la mano.
El monumental Ayuntamiento de Amberes, construido en 1564, combina armoniosamente elementos flamencos con aquellos típicos del Renacimiento Italiano y, en su parte central tiene una rica ornamentación. Está rodeado por los edificios de los “gremios medievales” que compiten entre sí en belleza y ornamentación.
La Catedral, que impresiona por su tamaño y magnificencia fue construida entre 1352 y 1521. En su interior hay un magnífico púlpito y varias obras de Pedro Pablo Rubens (1577-1640), el famoso pintor barroco que, si bien nació en Alemania, se convirtió en hijo dilecto de Amberes, donde vivió gran parte de su vida.
Es un placer caminar por el Centro de Amberes por las estrechas calles, pequeñas plazas y numerosas obras de arte que adornan esta magnífica ciudad.
Normalmente al visitar una ciudad elijo un Museo de Arte para conocer de primera mano obras de artistas del país. En el caso de Amberes, en cambio, elegí el Museo Plantin-Moretus, en base a una recomendación de la Guía Michelin.
A mediados del siglo XV se produjo uno de los hechos más trascendentales de la Historia de los últimos siglos, la invención de la imprenta de tipos móviles por parte de Johannes Gutenberg. Por más que existieron inventos previos, la imprenta de Gutenberg resolvió muchos problemas y puso el libro, y en particular la Biblia, al alcance de multitudes. Para tener idea del impacto de este invento, se estima que entre 1400 y 1450 se copiaron a mano en Europa unos 20 mil libros. En los siguientes 50 años, con el uso de la imprenta se produjeron entre 12 y 20 millones de libros. Esto produjo una revolución cultural en toda Europa, impulsando la alfabetización de la población.
Por qué este museo es tan importante?
Ocurre que Christoffel Plantin, un encuadernador francés establecido en Amberes, comienza a imprimir libros en 1555, con tanto suceso que convierte a esta ciudad, junto a París y Venecia, en los principales centros de impresión de Europa. Su erudición y la calidad de su trabajo es tal, que es designado impresor real por el Rey de España Felipe II, que le otorga el monopolio de la impresión de libros religiosos para España y sus colonias. Su colaborador y yerno, Jan Moretus, continúa a la muerte de Plantin con el negocio familiar que pudo perdurar por 300 años, hasta que en 1876 un descendiente le vende la imprenta a la ciudad de Amberes y se convierte en un museo. Recorriendo el museo podemos comprender la forma en que trabajaban en la imprenta, y observar uno de los pocos ejemplares en el mundo de la Biblia de Gutenberg y de la Biblia Regia editada por Plantin-Moretus.
Otro interesante museo está ubicado frente al Escalda. Se trata del MAS (Museum aan de Stroon, Museo en la corriente), con su moderno e imponente edificio que desarrolla la evolución de Amberes y su relación con el mundo usando modernas técnicas expositivas.
No quiero terminar la entrada sin hacer un pequeño comentario sobre uno de los edificios más bellos de Amberes, su Estación Central de trenes (Antwerpen Centraal). Construida entre 1895 y 1905, siendo adaptada en años recientes para los modernos trenes de alta velocidad. Además de cumplir eficientemente su función, mientras nos dirigimos al tren sentimos que estamos en un palacio.
Amberes ofrece muchas y muy buenas cosas para conocer en una visita y, al mismo tiempo, nos ayuda a entender ese país tan especial que es Bélgica.
6 Comments
otro intersante y atrapante nota del autor, conciso y repleto de referencias y comentarios que son necesarios para apreciar y comprender los lugares que describe, los lectores queremos mas material para disfrutar
gracias jorge
Muchas gracias Saúl por tus palabras
Excelente descripción, muy atractiva, tienta conocerla, gracias Jorge
Me alegro que te haya gustado. Gracias Leo
Hola Jorge, muy interesante tus comentarios, todos los lugares de Bélgica por vos detallados, los visite, pero desconocía toda la historia aqui contada. muchas gracias
Me alegra que te haya aportado algo y que hayas tenido la oportunidad de conocer Amberes. Te mando un abrazo