Veo que estoy comenzando a escribir mi tercer entrada sobre Suiza (ver Berna (Suiza): una capital diferente y Orden suizo con disfrute “alla italiana”: La Suiza Italiana) y me pegunto, por qué un país tan pequeño me atrae tanto?
Como siempre hay varias razones: sus bellos paisajes, lo bien que funciona todo y su diversidad cultural. Por mucho tiempo los Alpes, en su zona de mayor altura, actuaron como una barrera natural dificultando la comunicación entre los cantones (estados) que terminarían formando la Confederación Suiza. Una de las consecuencias, es que en Suiza hay cuatro idiomas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche, aunque los predominantes son el alemán y el francés. Lo sorprendente es que con las excelentes comunicaciones de hoy, viajando en tren o auto, en pocos kilómetros, uno atraviesa un túnel y encuentra que los letreros están escritos en un idioma distinto al que veíamos antes del túnel. Esto sólo pasa en Suiza. Es como estar en varios países al mismo tiempo. Por suerte para los que no manejamos varias lenguas, casi todos los suizos también hablan inglés.
Otra de las preguntas que me hago en Suiza es, cómo hicieron en un país con poca extensión territorial, poca tierra utilizable para la agricultura, dificultades para la comunicación terrestre y sin salida al mar, para tener el nivel de vida actual?
Para tener una idea, el PBI per cápita es de 84468 USD/año (5° puesto mundial) y el Índice de Desarrollo Humano es de 0,962 (1er puesto mundial en 2021). Sólo en el Índice de Gini, que mide la desigualdad en la distribución del ingreso, Suiza tiene un valor de 33,1 que no es de los mejores del mundo pero es similar a Francia, Alemania y España.
Si sumamos los bellos paisajes con el excelente nivel de vida, el orden y limpieza y la organización que hace que todo funcione como un “reloj suizo”, creo que hay suficientes motivos para ir a conocer este país. Yo sé cuál es la primera objeción que me pondrán: todo es muy caro en Suiza. Lo peor es que tienen razón, pero antes de renunciar, les sugiero un par de estrategias para atenuar este problema.
En grandes ciudades como Zúrich y Ginebra donde la ocupación hotelera es mayormente por negocios, en los fines de semana se consiguen mejores tarifas. Otra opción es parar en un suburbio y tomar el tren para ir al centro de la ciudad. También podemos reducir los gastos alquilando un apart-hotel o un departamento y así ahorrar en las comidas. Encima de todo, la moneda oficial de suiza es el franco suizo y no el euro, con lo que solemos perder en la conversión de monedas. Veamos entonces por qué vale la pena ir igual a conocer esta región.
Zúrich
Es la ciudad más grande de todo Suiza con unos 450000 habitantes (1500000 en toda el área metropolitana) y es el corazón económico de la Suiza alemana, siendo la sede principal de algunos de los grandes bancos suizos (como UBS y Credit-Suisse) y compañías internacionales como ABB, Holcim, Lindt & Sprüngli y Adecco.
Buena parte del atractivo de Zúrich tiene que ver con el entorno natural. La ciudad fue creciendo alrededor de la desembocadura del río Limmat en el lago de Zúrich. Los Alpes con sus picos nevados aparecen al fondo cuando se mira hacia el Sur. Ese marco nos sorprende porque a corta distancia del centro de la ciudad tenemos la belleza de un río de tamaño significativo y un lago que se extiende a lo largo de 40 Km.
En las ciudades suizas un punto de partida clave es la Estación Central de Trenes (Hauptbanhof). Desde allí si tomamos la calle de la estación (Banhofstrasse) en dirección al lago, vemos desplegarse una de las más distinguidas calles comerciales, con las principales marcas, sedes de bancos y la más famosa confitería de Zúrich, Sprüngli.
Vale la pena desviarse en búsqueda de la iglesia Fraumünster para admirar los vitreaux diseñados por Marc Chagall.
Otra alternativa es cruzar allí el río Limmat y dirigirse hacia la Ciudad Vieja. Una parada obligada es pasar por la Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH Zúrich), considerada la segunda de Europa (detrás de Oxford) y sexta del mundo. Allí estudiaron 21 futuros Premio Nobel, entre ellos Albert Einstein.
Es muy atractivo recorrer las estrechas callecitas adoquinadas, impecablemente conservadas, que nos llevan a rincones inesperados.
En una de esas calles nos encontramos con el Cabaret Voltaire que, a pesar de su vida efímera, tuvo un impacto duradero en la Historia del Arte. Durante la Primera Guerra Mundial, muchos jóvenes artistas de los países beligerantes, escaparon de la guerra para vivir en la neutral Suiza. Entre ellos la pareja de alemanes Hugo Ball y Emmy Hennings decidieron crear un espacio para exponer obras de arte, leer poemas, hacer performances y expresiones musicales con un fuerte sesgo rupturista con las tradiciones, sarcástico, audaz y escandaloso para su tiempo. El Cabaret Voltaire fue creado el 5 de Febrero de 1916 y el movimiento fue bautizado como Dadaísmo. Estuvo activo hasta Julio de 1916 y en él participaron Marcel Janco, Tristan Tzara, Jean Arp, Richard Huelsenbeck y varios más y presentaron el Manifiesto Dadaísta. El movimiento siguió luego en Berlín, París y Colonia, constituyéndose en uno de los precursores del Surrealismo.
Actualmente en el lugar hay una institución de estudios sobre el Dadaísmo.
Avanzando hacia el lago se llega al Café Odeón, inaugurado en 1911, que se convirtió en el punto de encuentro de la intelectualidad de Zúrich. Por sus mesas pasaron políticos como Lenín y Benito Mussolini, escritores como James Joyce, Stefan Zweig, Erich Maria Remarque, Frank Wedekind, Friederich Dürrenmatt y un científico como Albert Einstein.
Caminar junto al lago o eventualmente hacer un paseo en barco por el mismo, permite tener hermosas vistas de la ciudad y su entorno.
Como toda ciudad europea destacada hay una gran oferta cultural. En la Ópera de Zúrich se representan obras con puestas en escena innovadoras. En lo que respecta a música clásica está el Tonhalle con su reconocida orquesta.
Si de Bellas Artes se trata, el mejor museo de Zúrich es el Kunsthaus, con una amplia colección de arte occidental.
Lucerna
Está considerada la ciudad más turística de Suiza, por estar a la orilla del lago de los Cuatro Cantones y tener muy cerca los montes Rigi y Pilatus, que destacan en los Alpes centrales.
Tengo el recuerdo grabado de estar un día soleado sentado a orillas del lago, y sentir que ese era el lugar ideal para vivir. Fue un momento mágico, lo que no me ocurre seguido.
El lago desagua por el río Reuss, que atraviesa la ciudad definiendo las partes Vieja y Nueva.
Una de las atracciones más famosas de Lucena es el Puente de la Capilla (Kapellbrücke), construido en 1365, uno de los puentes de madera más antiguos y largos de Europa. Cruza el río Reuss y contiene 111 espacios con pinturas, que cuentan la historia de la ciudad. En la parte central se encuentra la Torre del Agua (Wasserturm), construida hacia el año 1300 como una fortificación de defensa de la ciudad.
En la Ciudad Vieja encontramos también partes de las antiguas murallas con sus torres, desde las que tenemos hermosas vistas.
Recorriendo sus calles nos topamos con edificios bellamente decorados.
Si el tiempo está bueno, uno de los mejores paseos en Lucerna consiste en recorrer en barco una parte del lago de los Cuatro Cantones y tomar el tren con cremallera para ascender al monte Pilatus.
Las vistas de los Alpes son maravillosas. Luego de pasar unas horas con todo confort al tope de la montaña podemos descender con un teleférico que nos deja junto a transporte público, que en 10 minutos nos deposita en el centro de Lucerna. Una experiencia inolvidable.
Grindelwald
Si queremos sumergirnos en el paisaje alpino, debemos dejar las ciudades y alojarnos en alguno de los pequeños pueblos distribuidos por sus valles. Uno de los más famosos es Grindelwald, ubicado a unos 100 Km al sudoeste de Lucerna. Es un lugar muy turístico, ya que en invierno ofrece la oportunidad de practicar los deportes típicos de la nieve y, en primavera y verano, todo tipo de paseos a pie, en tren o en auto en un entorno natural maravilloso.
Desde el mismo Grindelwald se tienen hermosas vistas de valles y montañas, pero si se quiere penetrar en el típico paisaje alpino, está bueno salir del pueblo y recorrer el valle. Se ven modestas casas y vacas pastando, que recuerdan la publicidad de chocolates suizos.
Grindelwald está cerca de la cadena montañosa llamada Jungfrau, con el pico del mismo nombre de 4158 msnm y otros cercanos que superan los 4000 msnm. Una de las mejores formas de apreciar este panorama es dirigirse desde Grindelwald a First. Para eso es necesario tomar en Grindelwald un conjunto de teleféricos, que nos dejarán en un viaje de media hora a 2168 msnm.
Allí, además de poder almorzar frente a un espectacular paisaje, se puede recorrer el First Cliff Walk, una impresionante pasarela con piso de rejilla suspendida de la montaña.
Hay diversas actividades de tipo aventura, para los amantes de la adrenalina, como parapente, mountain-bike y telesillas.
Creo que la Suiza Alemana ofrece una combinación de ciudades, aún no devastadas por el turismo masivo, y paisajes de gran belleza, que nos garantizan unas vacaciones inolvidables. Hay que animarse e ir para comprobarlo con nuestros propios ojos.
8 Comments
Jorge maravillosa descripción de las bellezas Suizas, subir los dos tramos del funicular hasta la cima del Monte Pilatus en Lucerna es de una hermosura difícil de poder describir pero vos lo conseguis. Te agradezco muchísimo tu ocupación de poder transmitir con tanta precisión las cosas tan lindas para conocer.
Muchas gracias!!! Seguí con tus publicaciones que son muy bien recibidas y esperadas.
Alfredo.
Me alegra que te guste mi blog. Lo valoro mucho. Gracias por tu comentario
Gracias Jorge. Me recuerda mi viaje a esos lugares. Que ganas de repetirlo. Felicitaciones por todo lo envíos. Siempre aprendo de vos.
Eduardo
Muchas gracias Eduardo por tus palabras que me alientan a seguir.
Para mi Suiza es un destino desconocido y la aproximación que da tu escrito es capaz de ubicarme e algo parecido al paraíso.
Muchas gracias por tu esfuerzo
Para cada uno el Paraíso está en otro lugar. Simplemente me parece un lugar que vale la pena conocer.
Como siempre Jorge, los recuerdos se me vuelven realidad con tu prolija descripcion, toda vez que uno vuelve a Suiza, y en particular a esta zona, todo maravilla, la prolijidad de las ciudades y la hermosura de la combinacion de montañas y lagos, y me prometo volver,muchisimas gracias por compartir tus experiencias
Estoy de acuerdo con vos que son lugares a los que vale la pena volver. Muchas gracias