En los primeros años de la década de 1960 yo solía estudiar (fines de la escuela secundaria y comienzos de la Universidad), escuchando la radio. En particular, solía escuchar la emisora Radio Municipal, que tenía una programación mayormente musical, combinando música clásica, tango y jazz, lo que moldearía mis gustos futuros. Recuerdo que escuchaba a un joven locutor y comentarista llamado Oscar del Priore, ganador del más famoso programa de preguntas y respuestas de la TV de esa época, Odol Pregunta. Escuchando ese programa conocí a músicos del pasado como Julio de Caro, Pedro Laurenz, Alfredo Gobbi, etc. También me involucré en las fuertes discusiones que se generaron alrededor de figuras como Astor Piazzolla, Eduardo Rovira y otros que innovaron en la música de tango, con los que me alineé, frente a los “tradicionalistas”, que no aceptaban esos cambios.
El tema del tango y su historia es sumamente amplio e interesante. Pero quiero limitarme en esta entrada sólo a algunos aspectos.
Orígenes
La palabra tango refiere a una música y a una danza, y ha sido motivo de fuertes discusiones acerca de su origen. Hay múltiples teorías, pero predomina el reconocimiento de que se llamaba tango a reuniones con bailes que se realizaban en algunos lugares de África. Este nombre habría llegado a América y, en particular, a los puertos del Río de la Plata por los esclavos africanos. Otra influencia importante fue la del tango flamenco o tango andaluz, que habría llegado en el siglo XIX a Cuba (entonces colonia española) y, desde allí hasta América del Sur.
Con respecto al origen geográfico hay consenso que el origen es rioplatense, siendo Buenos Aires y Montevideo las dos principales ciudades en que se desarrolló.
En lo que hace a sus orígenes musicales, el tango es un caso notable a nivel mundial, ya que en él confluyen influencias notoriamente diferentes que generan un producto único. Podemos nombrar como influencias principales la milonga y el candombe (de origen africano), la payada criolla, la habanera y el tango andaluz (de origen hispánico), el vals, la mazurka y la polca (de origen centroeuropeo).
Como resultado de esta fusión tan rica surge algo nuevo, que irá evolucionando desde sus orígenes en los márgenes de la sociedad, hasta lograr la aceptación por los estratos más altos de la misma y alcanzar a comienzos del siglo XX reconocimiento internacional.
Si nos preguntamos cuándo surgió el tango, es difícil dar una fecha precisa ya que fue un proceso gradual. En general se reconoce un período embrionario en la segunda mitad del siglo XIX. Para entender los aspectos sociales de este proceso, debemos recordar que la minoría afroamericana derivada de la importación de esclavos africanos, fue gradualmente liberada a través de las Leyes de Libertad de Vientres, tanto en Argentina como en Uruguay. Como resultado de la mezcla con europeos e indígenas, existe una importante minoría formada por negros, pardos y mulatos.
Si bien en ese tiempo en la población de las orillas de las ciudades predominaban los gauchos y chinas (forma en que se solía llamar a las mujeres gauchas), a partir de 1860, se suman cantidades crecientes de inmigrantes europeos, mayoritariamente varones, que buscaban un futuro en América. Es en ese contexto que surgen lugares de reunión, diversión y baile donde concurren gauchos devenidos “compadritos”, negros, pardos o mulatos y los recién llegados inmigrantes buscando la compañía fugaz de una mujer.
Es allí donde aparece una sensual danza, donde la pareja baila abrazada con un estrecho contacto de rostro y cuerpo, donde el varón guía a la mujer y ésta se deja guiar. Para darle lucimiento al baile se incluyen “cortes y quebradas”, que interrumpen el caminar de los pasos de tango e introducen un quiebre de la postura, alterando el eje de la pareja de baile.
Entre 1870 y 1890 se produce un significativo desarrollo del sustento musical del tango, con la formación de pequeños conjuntos que crean y ejecutan la nueva música. En ese tiempo los grupos tienen como base violín, guitarra y flauta, lo que les daba un carácter saltarín y juguetón. Recién hacia 1910 se incorporan los dos instrumentos más característicos del tango, el bandoneón y el piano, dando lugar a la “orquesta típica” con dos bandoneones, dos violines, piano y contrabajo. También el sonido quejumbroso del bandoneón moldeará el nuevo carácter del tango.
Los primeros tangos eran de autor anónimo, ya que no se consideraba importante firmarlo. Hacia 1880 se crean nuevos tangos y algunos se hacen especialmente célebres, como el creado en 1884 por Casimiro Alcorta, titulado “Concha sucia”, de claras connotaciones sexuales, acordes con el ambiente para el que fue creado. Lo notable es que su música pegadiza y su sencilla letra hicieron que 30 años después se le adecentara el título (“Cara sucia”) y la letra, para convertirlo en un gran éxito del músico uruguayo Francisco Canaro.
Evolución
A fines del siglo XIX el tango se consolida en sus dos aspectos de música y danza. Comienzan a aparecer partituras y suscita la atención de las clases altas, que a través de los así llamados “niños bien” y también “patoteros” (jóvenes de la alta burguesía), se acercan a los lugares donde se baila esa danza sensual y prohibida. A este período que dura hasta 1925 se lo llama Guardia Vieja.
En 1898 se publica la partitura del tango “El entrerriano” de Rosendo Mendizábal, que muchos consideran el primer tango argentino con autor identificable.
Las primeras décadas del siglo XX son el momento cumbre de la inmigración masiva, mayormente europea, que llega a Buenos Aires y Montevideo buscando nuevas oportunidades. Hay un alto porcentaje de hombres solos y, si bien muchos se trasladan al Interior, otros se quedan en las relativamente grandes ciudades-puerto por las que ingresaron. Para tener una idea de este fenómeno basta ver la evolución del % de extranjeros a partir de 1869.
En el caso de la ciudad de Buenos Aires en 1914 la mitad de la población es extranjera.
El fenómeno de la inmigración y el tango se influencian mutuamente. Los extranjeros enriquecieron el tango con su experiencia musical y de vida. El tango ayudó a los inmigrantes a integrarse en esa nueva sociedad. Tal como sostiene Carlos Mina en su ensayo “Tango, la mezcla milagrosa (1917-1956)”:
“En ese complejo proceso de integración de todos los contingentes que arribaron a Buenos Aires en distintas oleadas, el tango participó en diferentes momentos y con mecanismos diversos. En principio, todos los que llegaron a Buenos Aires desde el interior o desde ultramar habían perdido su hábitat de origen: el tango crea entonces una geografía imaginaria que ayuda a establecer referencias en el proceso de instalación. En una segunda instancia, el tango, a través de su poesía narrativa, expresa una dramática que permite la elaboración de infinidad de conflictos humanos surgidos por la obligada convivencia de gran cantidad de seres de diferentes orígenes y culturas. Estas grandes masas migratorias variaron a la fuerza sus roles familiares tradicionales: el tango fue auxilio que tuvo la sociedad en el ajuste a los nuevos roles individuales. También ayuda a liquidar las fantasías desmedidas, resabios de la inmigración (“ hacer la América”) y permite elaborar la aceptación de la patria tal cual es, sin expectativas paradisíacas. Finalmente, se inicia la declinación del tango cuando comienzan a hacer su aparición los indicadores de la nación integrada. Su tarea se había cumplido y en el tango mismo quedaron las huellas del proceso depresivo que signó su decadencia.”
Alrededor de 1910 comienza el proceso de internacionalización del tango, al viajar a las grandes capitales europeas músicos de tango como Alfredo Gobbi, Ángel Villoldo y Enrique Saborido. El éxito fue creciendo hasta el punto de hablarse de “Tangomanía”. Sin embargo no todos aceptaban la sensualidad del baile y la proximidad de los cuerpos y, por ejemplo, se prohibía a los oficiales alemanes y austríacos bailar tango con el uniforme.
De todos modos la Primera Guerra Mundial marcó un paréntesis en la difusión del tango en Europa.
Otro fenómeno que transcurría en paralelo fue la aparición de dispositivos para grabar y reproducir música, lo que permitió una mayor difusión de esta nueva música y permitir el baile sin necesidad de un grupo de músicos. En los primeros años del siglo XX se graban tangos muy conocidos como “El choclo”, “La morocha”, “El porteñito” y “Don Juan”.
En 1916 aparece uno de los tangos más emblemáticos, “La cumparsita” del joven compositor uruguayo Gerardo Matos Rodríguez, al que tiempo más tarde se le agregó la letra más conocida de Maroni y Contursi.
El año 1917 marca un punto de inflexión en la Historia del Tango ya que Carlos Gardel (1890-1935), un joven cantante de temas criollos canta su primer tango, “Mi noche triste”, considerado el primer tango-canción. Este tango de Castriota y Contursi introduce el tema del hombre abandonado por su mujer, que será retomado varias veces en tangos futuros.
Borges y el tango
Es interesante recordar algunos comentarios sobre el tango del escritor Jorge Luis Borges (1899-1986), en una serie de cuatro conferencias del año 1965 tituladas “El tango”. En ellas Borges exalta la figura de los guapos que fueron protagonistas de la primera etapa del tango. Los que eran capaces de jugarse la vida en un desafío o defendiendo a una mujer. Los tangos de este período con su música vivaz y letras desenfadadas le gustan a Borges. Por otro lado critica la temática del tango-canción con el hombre lamentándose por el abandono de su mujer, o incluso por la decadencia física de la misma, todo esto apoyado por el quejumbroso bandoneón. El tango que admira Borges se visualiza en notables poesías como “El tango” (El otro, el mismo (1964)) o “Milonga de Jacinto Chiclana” (Para las seis cuerdas (1965)).
Como dice Borges “el tango nos da a todos un pasado imaginario, que oyendo el tango todos sentimos que, de un modo mágico, hemos muerto “peleando en una esquina del suburbio””
Guardia Nueva
La aceptación internacional del tango termina derribando los prejuicios locales, y el tango pasa a ser ampliamente aceptado por toda la sociedad. Es cierto que ayudó el trabajo de “adecentamiento” de las letras de los tangos y algunas modificaciones que lo transformaron en el llamado “tango de salón”. Se eliminaron o redujeron los cortes y quebradas que provocaban escándalo.
Hacia 1924 aparece el sexteto de Julio De Caro que transformará el tango, generando los estilos que predominarán en las siguientes décadas. Destacó en él el dúo de bandoneones formado por Pedro Maffia y Pedro Laurenz, que encontraron los sonidos característicos del tango.
En 1925 comienza Carlos Gardel su carrera como solista y cantautor, que será interrumpida por su muerte en un accidente aéreo 10 años después. Gardel aprovechó los medios de difusión disponibles: grabaciones discográficas, radio, cine parlante y construyó una carrera internacional, que se truncó en el pináculo de su fama. Eso forjó así uno de los mitos más perdurables de Argentina.
Aparecen nuevas orquestas con directores que le imprimen un estilo propio como Osvaldo Fresedo y Carlos Di Sarli. El tango ocupa un lugar fundamental en la sociedad que lo canta, lo baila y lo escucha por la radio, en las grabaciones y en las imágenes del cine sonoro.
La década de 1940 será conocida como la “Edad de Oro” del tango por la proliferación de orquestas, cantantes, lugares de baile, etc. Surgen algunos de los mejores poetas, como Homero Manzi y Enrique Santos Discépolo. Surge la orquesta de Aníbal Troilo, que se mantendrá en un primer plano por muchos años, y que será el semillero de músicos como Astor Piazzolla, Roberto Grela, Ernesto Baffa, Osvaldo Berlingieri, etc.
Es la época de Juan D´Arienzo, Osvaldo Pugliese, Ángel D´Agostino y de músicos que introdujeron innovaciones de estilo como Osmar Maderna y también Mariano Mores como compositor e intérprete.
En la década de 1950 comienza una etapa en que el tango empieza a ser desplazado por otros tipos de música en las preferencias populares. Por un lado hay un fuerte crecimiento de la música folklórica argentina, particularmente a partir de la renovación de la década de 1960. Por otro lado la aparición del rock con Elvis Presley y sus sucesores, atrajo fuertemente a la juventud que pasó a considerar al tango y, en especial a su danza como algo del pasado, de los “viejos”.
Quizás la gente sintió que el tango ya había cumplido ese rol amalgamador de la sociedad tan diversa de principios del siglo XX, y no era ya necesaria su presencia masiva. Esto generó un espacio para la renovación y el desarrollo de un tango para ser oído, más que bailado. Este espacio fue ocupado por músicos como Piazzolla que fue el mayor innovador, el dúo de Horacio Salgán y Ubaldo De Lío, Roberto Grela con Troilo y luego con Leopoldo Federico, el Quinteto Real y cantantes como Julio Sosa, Roberto Goyeneche y Susana Rinaldi.
Gracias a la sólida formación musical de Piazzolla, su obra comprende no sólo tangos sino también obras como la Cuatro Estaciones Porteñas, Concierto para bandoneón y guitarra, Grand Tango, Libertango, Suite Troileana, etc que han ingresado al repertorio de orquestas sinfónicas y grupos de cámara en todo el mundo. Grandes solistas como Yo Yo Ma y Gideon Kremer han grabado sus obras, dándole una difusión internacional y ubicando a Piazzolla entre los grandes compositores del siglo XX, quedando en el pasado la polémica sobre si su música era o no tango.
A partir de 1990 hay un nuevo proceso de internacionalización del tango y un renacimiento del tango como danza, con la apertura de “academias” para aprender a bailar y “milongas” para bailarlo. Se estima que hay millones de personas que bailan tango en todo el mundo, no como algo de moda sino como una expresión sensual del cuerpo en armonía con la pareja.
A partir del año 2003 la ciudad de Buenos Aires organiza el Campeonato Mundial de Baile de Tango con dos categorías: Tango de pista y Tango escenario. En el año 2013 participaron 556 parejas de 37 países.
También hay una nueva camada de músicos jóvenes que, como compositores e intérpretes, buscan renovar el tango actualizando su lenguaje o ensayando la fusión con otros estilos musicales.
Así como se asocia a Viena con el vals y a Liverpool con la revolución musical de los Beatles, Buenos Aires encontró su música representativa en el tango.
Ya sea cuando escucho a los grandes intérpretes del pasado, a los jóvenes tangueros de hoy o cuando veo una pareja concentrada bailando un tango, una emoción me recorre y siento que esa música y esa danza siguen representando a mi ciudad, Buenos Aires.
10 Comments
Excelente reconto de nuestro tango.Gracias
Gracias a vos Carlos por tu comentario
Como siempre no existe improvisación en tus comentarios que son de una profundidad notable. Has estudiado el tango en profundidad y agradezco el esfuerzo .Ha sido maravillosa su lectura y escuchar el acompañamiento musical. Muchas gracias
Muchísimas gracias Julio por tus palabras
Me pareció excelente esta presentación sobre la historia del tango que logicamente necesitó un estudio meticuloso y muy bien relatado como lo hacés habitualmente en tus escritos y matizado con grabaciones de orquestas y voces de primer nivel.
Muchas gracias por tus enseñanzas y espero seguir aprendiendo de tus trabajos que publicas en tu blog.
Muchas gracias Alfredo por tu comentario.
Excelente narración sobre la historia del tango, gracias por escribir éstas notas que siempre las encuentro interesantes y se aprenden cosas nuevas. Vamos por más…. Pablo
Muchas gracias Pablo por tus alentadoras palabras
Gracias Jorge por compartir este estudio profundo y descripción amena que has hecho sobre la historia del tango,
tu gusto por el tango lo comparto.
Me alegro que compartamos el gusto por el tango y te haya gustado lo que escribí. Muchas gracias