En todos los episodios previos, en mayor o menor grado, los protagonistas tuvieron vidas sacrificadas, con problemas de salud y/o económicos y con poco reconocimiento público de su genialidad. A veces uno puede llegar a pensar que se necesita una vida sufrida para que pueda florecer la genialidad.
Pero como suele suceder, las reglas tienen excepciones y, en el caso de Félix Mendelssohn, se cumple la combinación de genialidad con una muerte temprana (38 años), al mismo tiempo que un contexto muy favorable en todos los aspectos para el desarrollo de su genio.
Es importante encuadrar a este músico en el ambiente familiar en que se formó, ya que tuvo una profunda influencia en su desarrollo personal. Félix Mendelssohn nació en Hamburgo (hoy Alemania) en el año 1809, nieto de un importante filósofo Judío, Moses Mendelssohn e hijo del banquero Abraham Mendelssohn y Lea Salomon. Se trataba de una familia rica y culta. La madre de Félix hablaba varios idiomas, tocaba el piano y dibujaba muy bien. El matrimonio decidió darles a sus hijos una educación de excelencia, al mismo tiempo que les demandaba un fuerte compromiso con el estudio. Félix tuvo una hermana mayor, Fanny que fue una excelente pianista y que también compuso obras, aunque en el contexto de su tiempo era muy difícil que se dedicara profesionalmente a la música. Tuvo también otros dos hermanos menores, Rebecka y Paul. Los recursos paternos habilitaron disponer de excelentes profesores de música para los hijos, al mismo tiempo que organizaban conciertos dominicales en su residencia de Berlín, donde se mudaron tras las guerras napoleónicas.
El padre de Félix, con ánimo de facilitar el acceso de su familia a los círculos políticos y culturales de su tiempo, decidió que abandonaran su fe judía para abrazar el cristianismo. Así fue como Félix fue bautizado en 1816 y agregaron el apellido Bartholdy, perteneciente a un tío, de modo de reforzar su identidad religiosa cristiana. Eso no impidió que Richard Wagner denigrara la música de Mendelsohn por su origen judío, y que el nazismo la prohibiera y demoliera su estatua en Leipzig (recién en el año 2008 se erigió una nueva estatua).
Félix fue un niño prodigio, que muchos comparan con Mozart, destacándose principalmente como músico, aunque también fue buen dibujante y acuarelista, además de su capacidad literaria para escribir poemas o las numerosas cartas que enviaba durante sus viajes.
A sus dotes congénitas se sumó la influencia de personajes destacados como el filósofo Hegel, el escritor Wolgang Goethe, los hermanos von Humboldt y más tarde grandes músicos de su tiempo como N. Paganini, F. Liszt o C. M. von Weber. Esto le permitió, desde muy joven, tener una visión integradora de las Artes, que facilitó la temprana madurez de su genio.
Estudió piano con distintos profesores desde los seis años y composición desde los ocho, en este caso con Carl Friedrich Zelter, un compositor y docente que tuvo una profunda influencia en el desarrollo musical de Mendelssohn. Zelter admiraba profundamente a Johann Sebastian Bach y transmitió a su joven alumno el amor por la obra de Bach, un compositor que había quedado injustamente olvidado.
A los diez años ya era un experimentado pianista y comenzó a componer obras que muchas veces estrenaba en conciertos privados en su propia casa, junto a otros músicos cuando la obra lo requería. Muchas de sus obras tempranas están hoy olvidadas, pero hay dos obras escritas en su adolescencia que se destacan por su madurez compositiva: el Octeto en Mi Bemol Mayor a los 16 años y, al año siguiente, la Obertura para El Sueño de una Noche de Verano, basado en la obra de Shakespeare. Esta última es una maravilla por la capacidad del compositor de transmitir en lenguaje musical el mundo de sueño fantástico, que creó Shakespeare con sus personajes. Es uno de los primeros ejemplos de “obertura de concierto”, es decir un fragmento musical basado en un tema literario, que se ejecuta como parte de un concierto y no asociado a una ópera o ballet. Es un género que tuvo mucho desarrollo durante el “Romanticismo”.
Muchos años después, en 1842, Mendelssohn presentó el resto de las partes de El Sueño de una Noche de Verano, incluyendo la “Marcha Nupcial”, que es una de sus obras favoritas del gran público y vale la pena escuchar en su versión original.
Mendelssohn no sólo se destacó como compositor e intérprete (pianista y también director de orquesta), sino que tuvo un rol muy importante en la revalorización pública de J. S. Bach. En 1829, con tan solo 20 años, dirigió la primer interpretación pública de “La Pasión según San Mateo” de Bach desde 1750, en conjunto con su maestro Zelter. El éxito de esta presentación inició un movimiento de reconocimiento por la obra de Bach, que se difundió a toda Europa. Si bien todos los compositores destacados habían estudiado su obra, el gran público no la conocía.
Durante buena parte de su vida Mendelssohn realizó viajes en los que presentaba sus obras en conciertos, que tenían gran reconocimiento de la crítica y del público. Estos viajes, además de éxitos económicos, le servían de inspiración para componer obras. El país que más visitó (diez viajes entre 1829 y 1847) fue Gran Bretaña, en los que conoció a la Reina Victoria y su esposo, que admiraban sus obras. En uno de ellos visitó Escocia y algunas de las islas cercanas, fuente de inspiración para dos obras famosas: la Obertura “Las Hébridas” (también conocida como “La Gruta de Fingal”) y su Sinfonía N°3 (“Escocesa”).
En 1830 viaja a Italia donde se encuentra en Roma con el músico francés Héctor Berlioz. Este viaje inspiró a Mendelssohn una de sus obras más conocidas, su Sinfonía N°4 (“Italiana”).
En ese año también compone el más conocido de sus dos conciertos para piano y orquesta (el N°1 en Sol Menor). Vale la pena recordar que, en ese año y con sólo 21 años, ya había compuesto la mayor parte de su obra más reconocida.
En los años siguientes, además de seguir componiendo, dedicó gran parte de su tiempo a la dirección orquestal, primero en Düsseldorf y, a partir de 1835, en Leipzig donde fue nombrado Director de la Orquesta de la Gewandhaus. Esta es la más antigua orquesta no cortesana de Alemania y existe con ese nombre desde 1781. Fue este un gran reconocimiento para Mendelssohn que se sentía así aceptado por la escena musical germana.
Como siempre Mendelssohn está muy activo componiendo, desarrollando conciertos y óperas en Leipzig y finalmente en 1837 se casa con Cécile Jeanrenaud, una joven diez años menor que él, con la que tuvo cinco hijos.
En esos años compuso dos grandes oratorios sobre textos bíblicos: Paulus de 1836 y Elías de 1846 en los que se destaca la influencia de la música sacra de J. S. Bach. La ópera fue el único género musical en el que Mendelssohn, tras un temprano fracaso, decidió no volver a incursionar a pesar de tener esbozos y proyectos en mente.
En 1843 funda el Conservatorio de Leipzig, una muy importante escuela de música, convocando a colegas como Ignaz Moscheles y Robert Schumann junto a los violinistas Ferdinand David y Joseph Joachim. Es actualmente una de las más importantes escuelas de altos estudios musicales de Alemania, y lleva el nombre de su fundador (ver foto al comienzo).
En 1845 estrena una de sus obras más interpretadas, el Concierto para violín y orquesta en Mi Menor. Siendo el compositor pianista, debió pedir consejo a su amigo el violinista Ferdinand David. El resultado fue una obra innovadora y muy bien aceptada por la crítica y el público. Hoy forma parte del repertorio de todos los grandes violinistas. Aunque Mendelssohn compuso otro Concierto para violín y orquesta (en Re Menor), el anterior es el claro favorito.
A lo largo de su vida compuso Mendelssohn numerosas piezas breves para piano solo, que se conocen como “Canciones sin palabras” y se han incorporado al repertorio de los pianistas.
Los últimos años de la vida de Mendelssohn fueron empañados por sus problemas de salud, agravados por sus afecciones nerviosas y su adicción al trabajo. En 1847 fallece su hermana Fanny lo que lo afectó mucho, porque con ella compartió toda su vida sus gustos musicales. Ese mismo año fallece Félix Mendelssohn Bartholdy a los 38 años.
Se suele decir que Mendelssohn fue “el más Clásico de los Románticos”, haciendo referencia a su estilo más conservador de las formas musicales. Descreía de los cambios radicales del estilo musical propuestos por Berlioz y Liszt. Esto provocó que su música fuera poco estimada luego de su muerte, ya que corrían aires de cambio después de las revoluciones europeas de 1848. Uno de los lugares donde se mantuvo muy vigente fue en la Inglaterra victoriana, y se la cuestionó justamente por ser la favorita de la Reina Victoria.
Ya entrado el siglo XX fue de a poco recobrando su prestigio, especialmente la música sinfónica, convirtiéndose en una parte esencial de los programas de concierto.
Félix Mendelssohn fue un genio que, a diferencia de otros, encontró en su familia los medios y la claridad para apoyarlo, logrando ese desarrollo precoz que tanto admiramos. Tuvo una vida plena y mayormente feliz, que lo ayudó a alcanzar a temprana edad grandes logros.
Como siempre, nos preguntamos qué alturas habría alcanzado si hubiese tenido una vida prolongada. Como siempre, esta pregunta no tiene respuesta.
4 Comments
Hola Jorge. Muy interesante releer la biografía de Mendelssohn, un compositor a quien aprecio y admiro, y repasar su música, sus logros y la época en la que vivió. Muchas gracias,
Gracias a vos por tus palabras
Muy interesante, desconocia totalmente su vida, sus composiciones siempre me resultan gratas, hoy complete mi conocimiento sobre este musico tan importante, muchas gracias Jorge
Es placentero escuchar su obra y uno lo puede hacer una y otra vez.