El “Salón de Otoño” fue creado en 1903 para apoyar a jóvenes artistas permitiéndoles exponer sus obras en diferentes técnicas, pintura, escultura, fotografía, dibujos, grabados, etc. Se ponía un especial esfuerzo en la difusión de obras de los pintores impresionistas.
En particular, la versión de este Salón de Otoño de 1905 pasó a la Historia del Arte como un acontecimiento de gran impacto. El motivo fue la presentación de obras de un grupo de jóvenes artistas poco conocidos, como Matisse, Derain, Roualt, Vlaminck, Manguin, etc, con un brillante colorido y una libre interpretación de las formas. En una de las salas, junto a estas obras, había una escultura de un niño que por su estilo evocaba al escultor renacentista Donatello (1386-1466). Si bien hay más de una versión del hecho, se cuenta que el crítico de arte Louis Vauxcelles al ver el contraste entre las obras dijo (o escribió): “ Donatello entre las fieras” (“Donatello parmi les fauves”) y de allí es que a estos disruptivos artistas se los conoce como “fauves” (fieras) y el movimiento pasó a llamarse “Fauvismo”.
Así como el Impresionismo surgió de un comentario peyorativo sobre la obra de Claude Monet (1840-1926) “Impresión, sol naciente” presentada en 1874, los jóvenes fauvistas aceptaron gustosos el apodo de “fieras”, ya que se rebelaban con fuerza contra el academicismo y buscaban superar al impresionismo, que había sido exitosamente aceptado por el público. El impacto del Salón de Otoño de 1905, tuvo mucho que ver con que por primera vez aparecían reunidas las obras de muchos integrantes de este grupo, resaltando la concordancia de sus ideas.
Pero antes de avanzar con los antecedentes y desarrollo de estos artistas, conviene ubicarnos en Europa en ese comienzo de siglo. Se trata de un período muy intenso por todos los cambios que se producen en las instituciones, la sociedad, la ciencia, la industria y la tecnología.
_ Decadencia de grandes imperios como el Ruso, el Austro-Húngaro y el Otomano
_ Desarrollo de amplios movimientos sociales impulsados por el socialismo en sus distintas variantes y el anarquismo
_ Grandes avances de la ciencia: modelo atómico, radiactividad, Teoría Especial de la Relatividad (1905)
_ Avances de S. Freud y el psicoanálisis
_ Grandes avances en las comunicaciones con el desarrollo de las redes ferroviarias, el automóvil, la telegrafía inalámbrica.
_ Remodelación de París, alumbrado eléctrico, construcciones en acero, aparición del cine, eventos masivos como las Exposiciones Universales.
El clima en esta Europa en ebullición era propicio para dar a luz el Arte Moderno, y es así que surgen en esos años una serie de movimientos que cambian el Arte de una manera definitiva.
Durante la primera década del siglo XX surgen además del Fauvismo, el Expresionismo Alemán, el Cubismo (analítico y sintético) y el Futurismo. Esta explosión de talento creativo no surgió imprevistamente, sino a través de un proceso que se inicia alrededor de 1890. En ese entonces tres grandes pintores, tres rebeldes solitarios, Vincent van Gogh (1853-1890), Paul Gauguin (1848-1903) y Paul Cézanne (1839-1906), estaban sentando las bases del Arte Moderno.
Cada uno de los tres eligió su propio camino para salir del Impresionismo y crear un estilo único que, lamentablemente, sólo fue reconocido plenamente tras la muerte de los artistas.
Los artistas del fauvismo constituyen una generación más joven que sus grandes maestros, ya que nacieron entre 1870 y 1880 y son estudiantes de arte en el período de madurez de sus modelos. Por eso la influencia es mayormente a través del conocimiento de las obras, y cada uno tomará los elementos que le resultan más afines. El elemento común es la búsqueda de una mayor libertad en el uso del color, obligando a la forma a ser más expresiva que fiel a la realidad.
En la última parte del siglo XIX, como resultado de la expansión colonial de las potencias europeas en África y Oceanía, llegan a París máscaras y esculturas de las dos regiones. Los artistas concurren a los museos o compran estas obras, que empiezan así a ser reconocidas y valoradas como un arte no contaminado por los criterios europeos. Además, tanto Matisse como Vlaminck viajan a las colonias del Norte de África, a conocer “in situ” estas obras que tendrán gran influencia sobre ellos y sobre P. Picasso y G. Braque en su creación del cubismo.
El fauvismo, a diferencia de otros movimientos, no tuvo una proclamación de principios que permita asociar los artistas con una teoría o técnica pictórica. Era más bien un conjunto de artistas, que coincidieron durante un período en su búsqueda de nuevos caminos para su arte. Por eso no tuvo una larga perduración en el tiempo, pero su influencia fue importante en todo el arte del siglo XX.
Para agrupar en forma simplificada a estos artistas se suele hacer referencia a las escuelas donde se formaron:
Escuela (estudio) de Gustave Moreau: Henri Matisse (1869-1954), Georges Rouault (1871-1958), Albert Marquet (1875-1947)
Escuela de Chatou: André Derain (1880-1954), Maurice de Vlaminck (1876-1958)
Escuela de Le Havre: Raoul Dufy (1877-1953), Othon Friesz (1879-1949), Georges Braque (1882-1963)
El grupo es más grande, pero estos artistas son los más destacados. En particular, Matisse, Derain y Vlaminck fueron los líderes del grupo.
El comienzo del siglo XX será el escenario de lucha de estos artistas, que buscan que la pintura deje de ser una estricta imitación de la realidad. En cambio, tratan de transmitir la esencia de las cosas más que su apariencia. De acuerdo a sus ideas, el color no debe necesariamente coincidir con el color real del objeto, sino que debe relacionarse con los demás colores y con el lugar que ocupa en el espacio. El color reemplaza a la sombra para crear la sensación de volumen o conseguir la perspectiva. Además esto lo aplican tanto a paisajes como a retratos, interiores, paisajes urbanos, etc.
Henri Matisse nació en un pueblo del noreste de Francia en 1869 y todo indicaba que su destino sería dedicarse, como sus padres, al comercio. Luego de completar sus estudios secundarios y estudiar Derecho en París durante dos años, su delicada salud lo retuvo en cama durante gran parte del año 1890. Su madre le regala una caja de pinturas para que se entretenga y entonces, tardíamente, surge su vocación artística. Desde 1893 comienza a asistir al taller del pintor simbolista Gustave Moreau junto con su amigo Albert Marquet, y también viaja a Bretaña y más tarde a Córcega. Descubre el colorido más claro de los impresionistas y estudia permanentemente en museos y galerías de arte la obra de artistas como van Gogh y Cézanne. Son años muy difíciles en lo económico ya que había formado una familia y, a pesar de trabajar los dos, no lograba satisfacer sus necesidades. Esto lo llevó a tomar pesados trabajos para subsistir, pero convencido de su vocación continúa pintando y buscando cómo difundir sus trabajos entre los coleccionistas. En ese tiempo se vincula con quienes serían sus compañeros en la aventura del Fauvismo, André Derain y Maurice de Vlaminck. Con ellos viaja en 1905 a Collioure, un pequeño pueblo de pescadores a orillas del Mediterráneo. Este viaje genera un significativo cambio en su producción artística. Unos meses después, en el Salón de Otoño, crítica y público se escandalizan con las pinturas de estos tres artistas.
En Retrato con franja verde (Madame Matisse), dicha franja marca en el rostro la separación entre el sector iluminado y la sombra. A Matisse le interesaba más que retratar a su mujer, construir un cuadro mediante el color.
Podemos apreciar su evolución comparando dos interiores con el mismo tema: por un lado “Mesa servida” de 1897 y por el otro “Mesa servida (Armonía en rojo)” de 1908.
En el primero, de influencia impresionista, la criada ordena cuidadosamente la variedad de objetos sobre la mesa y la perspectiva transmite la profundidad del espacio de la habitación.
En el de 1908 la criada ha sido reducida a una figura plana con curvas que armonizan con la ornamentación de la pared y la mesa, unificados por el rojo intenso. Hay también una ventana con colores, que se contraponen con el rojo dominante. Esta obra fue encargada a Matisse por el millonario ruso Sergei Shchukin, que ya había coleccionado obras de impresionistas y post-impresionistas y le hizo importantes encargos a Matisse.
Sus viajes a Marruecos y su acercamiento al arte islámico, lo llevaron a incorporar un fuerte gusto por la ornamentación. Fue un maestro del color cuya obra impulsó a muchos artistas a un uso libre del mismo, sin necesidad de referirlo a la realidad. Su estilo y las técnicas cambiaron con los años, pero siempre se mantuvo fiel a su pasión por el color y la forma.
Con Matisse coincidieron en el Salón de Otoño de 1905 otros dos jóvenes pintores, Maurice de Vlaminck y André Derain con orígenes bastante diferentes, pero que se hicieron muy amigos.
Vlaminck provenía de una familia de músicos bohemios que vivían en París. Su objetivo era ser ciclista profesional, pero para ganarse la vida trabajaba como músico y escribía novelas eróticas. Recién tras su encuentro con Derain descubre su vocación por la pintura. En 1900 comparten un estudio en Chatou (cerca de París), y tienen una común predilección por una paleta violentamente coloreada, una pincelada rápida y los fuertes contrastes.
Más adelante, la influencia de Cézanne lo llevará a la introducción de un esquema geométrico en la construcción de sus paisajes que, junto con naturalezas muertas, ocupan el grueso de su producción. A diferencia de muchos de sus colegas que se enamoraron de la luz del Mediterráneo y viajaban con frecuencia al sur de Francia, Vlaminck se mantuvo más aferrado a su región natal y eso se nota en sus paisajes invernales.
André Derain fue uno de los más jóvenes del grupo Fauvista y uno de los que más rápidamente logró el éxito. Tanto Cézanne como Picasso, de quien fue amigo, influyeron en sus obras llevándolas a una simplificación de formas. A partir de 1920 comienza un retorno a formas más tradicionales, lo que le acarrea la crítica de sus colegas.
Uno de los aspectos más interesantes del Fauvismo es que, si bien en los años posteriores a 1905 los artistas tomaron distintos caminos, el movimiento dejó una huella indeleble en el arte del siglo XX.
Otro de los grupos que confluyeron fue el de Le Havre (puerto en la costa de Normandía). Ahí tenemos a Raoul Dufy, Othon Friesz y Georges Braque
Un caso muy interesante es el de Dufy, oriundo de Le Havre, que participó del Fauvismo pero al poco tiempo desarrolló un estilo muy personal que lo caracteriza. Como le ocurrió a varios de sus amigos pintores, la influencia de Cézanne y luego del cubismo modificó sus obras. Pero Dufy, mediante un dibujo característico y su interés por pintar eventos públicos como carreras de caballos, fiestas, paseos en la Riviera Francesa, etc, crea un estilo propio. También fue muy exitoso como diseñador de telas para moda.
El caso de Georges Rouault es peculiar, porque su obra está fuertemente centrada en el ser humano y hay una menor presencia del paisaje. Su ferviente catolicismo hizo que dedicara buena parte de su obra a la temática religiosa, cosa poco frecuente en los artistas de su tiempo.
Su estilo cargado de emociones y con fuerte tensión lo acercó mucho al Expresionismo Alemán. Hay una denuncia moral en sus imágenes grotescas de payasos y prostitutas.
Tenemos una deuda de gratitud con estas “fieras”, que siguen regalándonos sus brillantes colores, armónicamente combinados, iluminando nuestra vida.
8 Comments
Que extraordinario resumen que me permitió conocer y en algunos casos recordar a estos grandes artistas de la pintura. Felicitaciones. Gracias Jorge por compartir tus conocimientos sobre este tema
Muchísimas gracias Pablo por tus palabras. Hemos bebido de una misma fuente.
Precioso texto. Jorge!! Desde el titulo, nos vas llevando a que recorramos tu escritura con la fuerza del color, que hace sombra y da volumen. No podia haberse llamado de otro modo este texto!! «fieras»
Desde el psicoanalisis, lo que escribiste me ayuda a pensar algunos conceptos que no son nada claros, y vos le pones la fuerza de lo no domesticado al color. Hermoso! Sera lo pulsional?
Un fuerte abrazo,
zully
Hermoso tu comentario Zully! Muchísimas gracias
Gracias por este hermoso resumen!! Un placer leerlo! Saludos
Muchísimas gracias Rita por el comentario! Saludos
ESTUPENDO PASEO POR UN PERIODO IMPORTANTE DE LA PINTURA CONTADO Y ENSEÑADO CON ARTE.
SIEMPRE ALEGRA RECIBIR TUS TRABAJOS ELABORADOS PROFUNDAMENTE
GRACIAS
Muchas gracias Julio por tus alentadoras palabras!