El compositor francés Héctor Berlioz (1803-1869) tuvo una larga vida para su tiempo (65 años) y compuso una importante cantidad de obras. Sin embargo se lo conoce principalmente por una obra que estrenó en 1830, cuando Berlioz tenía 27 años, y que influyó decisivamente en la música posterior. Se trata de la “Sinfonía Fantástica”, una obra que se aprecia mejor conociendo sus antecedentes.
Para ello tenemos que remontarnos a fines del siglo XVIII, un período en el que tienen lugar sucesos de gran impacto sociopolítico: La Primera Revolución Industrial (en 1769 James Watt patenta la máquina de vapor), La Revolución Norteamericana (1776) y la Revolución Francesa (1779). Está fuera del ámbito de este texto analizar las consecuencias políticas, económicas y sociales de estos hechos, pero como no podía ser de otro modo hay un impacto importante también en el Arte, la Literatura y la Música.
Se inicia un período conocido como Romanticismo, un período en el que hay una nueva libertad artística, convirtiéndose el arte en un medio de expresión propio del artista, con sus propios criterios, con una gran exaltación del Yo y una prevalencia de los sentimientos sobre la racionalidad, propia de la Ilustración y el Clasicismo.
Este movimiento que gradualmente abarcará toda Europa, al impulsar lo individual sobre lo colectivo despierta sentimientos de individualización que afectan a las personas, a las regiones y a las naciones (despertar del nacionalismo artístico). El Romanticismo se desarrolla primero en la Literatura y el Arte, mientras que en la Música aparece recién a comienzos del siglo XIX, con la fuerte impronta de Beethoven, que cierra el período Clásico y abre el camino para el Romanticismo musical.
Otro antecedente importante viene de un ámbito totalmente diferente. En 1821 el escritor y periodista inglés Thomas de Quincey publica el libro “Confesiones de un comedor de opio”, con éxito considerable, donde cuenta su experiencia como consumidor de opio. En esa época consumir opio (especialmente en preparados como el láudano) era muy popular en todos los niveles sociales, desde la realeza europea, los intelectuales (Goethe, De Quincey, Scott, Byron, Goya, Poe, etc) y las clases bajas. Era el analgésico más usado y no se conocían bien los riesgos de adicción. Es bastante probable que este libro haya influido sobre Berlioz, en la época en que compuso su obra más famosa.
Para ver como influyeron estos antecedentes en la Sinfonía Fantástica debemos hablar un poco de la vida de Berlioz. Nacido en un pequeño pueblo entre Lyon y Grenoble, es enviado en 1821 a París por su padre médico, a estudiar también Medicina. Pero el joven Héctor decide, con la oposición paterna, estudiar música en el Conservatorio de París. La ciudad lo deslumbra con sus oportunidades de asistir a conciertos y al teatro, relacionándose rápidamente con los escritores Víctor Hugo, Alejandro Dumas y Honoré de Balzac.
Tiene una personalidad muy sensible a lo emocional, y queda fuertemente impactado al escuchar varias sinfonías de Beethoven. Un momento crucial se produce cuando asiste, en 1827 en París, a la representación de Hamlet y Romeo y Julieta de William Shakespeare por parte de una compañía teatral inglesa. Se vuelve un ferviente admirador de Shakespeare y se enamora perdidamente de quien interpreta los roles de Ofelia y Julieta, la actriz irlandesa Harriet Smithson. Intenta en vano conocerla y le escribe apasionadas cartas de amor a lo largo de varios años, que la actriz decide no responder. Frustrado por este amor no correspondido, concibe una obra musical que traduzca sus fuertes sentimientos. Para que su mensaje sea más claro imagina una “sinfonía programática”, donde cada movimiento se corresponda con un título y luego va más allá, escribiendo un texto explicativo para cada una de sus partes.
Mientras esto ocurría, Berlioz que apenas se mantenía con el dinero que le enviaba su familia y debía dedicar tiempo a dar clases o cantar en un coro, comienza a componer y a trabajar como director de orquesta y aspira a un premio muy importante para los jóvenes músicos, el Premio de Roma. Éste consistía en una beca para pasar varios años en Italia estudiando música y componiendo. Berlioz se presentó desde 1926 a este exigente concurso, pero recién en 1930 obtuvo el primer premio.
Decepcionado por su frustrado amor, comienza una relación con la joven pianista Camille Moke y al poco tiempo se comprometen. En 1831 Berlioz está en Roma y allí recibe una carta de la madre de Camille, anunciándole que su hija se casará finalmente con el pianista y fabricante de pianos C. Pleyel. Desesperado, el joven músico decide viajar urgente a París y asesinar a los tres (novia, suegra y rival amoroso). Cabalga hasta Niza, pero allí se calma y lo convencen de regresar a Roma.
En 1832 regresa a París y organiza un concierto donde además de la Sinfonía Fantástica se interpreta Lelio, una secuela de la primera. En ese concierto, al que asisten personalidades como Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Franz Liszt, Nicoló Paganini, Frederic Chopin, George Sand, asiste también Harriet Smithson, la actriz de sus desvelos. Cuentan que Harriet se da cuenta que la obra musical trata sobre el apasionado amor de Berlioz por ella, y finalmente acepta conocerlo. Al año siguiente se casan (pese a la oposición de la familia del músico) y en 1834 nace su único hijo. Lentamente la relación se desgasta y en 1841 inicia una relación con la cantante Marie Recio, separándose de Harriet en 1844, aunque la sostuvo económicamente hasta su muerte.
Volviendo a la Sinfonía Fantástica, la idea de Berlioz era destacar el carácter programático de su obra. Es decir que la música respondía a un programa, que describía o evocaba ideas extra-musicales. En esa época esto era revolucionario y para asegurarse que el público entendiera la obra, escribió un programa donde explicitaba su idea.
Entre el estreno en 1830 y 1855 Berlioz escribió distintas versiones de este programa. Veamos la versión de 1855:
Sinfonía Fantástica (Episodio de la vida de un artista) Op. 14
“Un joven músico de sensibilidad mórbida e imaginación ardiente se envenena con opio en un arranque de desesperación amorosa. La dosis del narcótico, demasiado débil para causarle la muerte, lo sumerge en un profundo sueño, acompañado de las más extrañas visiones, durante el cual sus sensaciones, sentimientos y recuerdos se transforman en su cerebro enfermo en imágenes y pensamientos musicales. La mujer amada se ha convertido para él en una melodía, como una idea fija que se encuentra y escucha por doquier.”
Este concepto de la idea fija o leitmotiv como lo llamaron más tarde otros músicos, es una melodía que representa a la amada del músico (en este caso es Harriet, así como el músico es Berlioz). Esta melodía aparece en algún momento, aunque transformada, en todos los movimientos de la sinfonía. Es un hilo conductor y muestra la obsesión que el músico siente por su amada. Esto tendrá influencia en la música hasta nuestros días, ya que grandes compositores usaron leitmotiv para representar en música a personajes e incluso a objetos (R. Wagner en sus óperas, R. Strauss, etc). En el siglo XX ha sido muy usado también en la música de cine. Para ayudarlos a identificarla les dejo acá un breve video, que presenta el tema de la idea fija
Veamos ahora la descripción que hace Berlioz de cada uno de los movimientos de la sinfonía.
Primera parte
Ensoñaciones, pasiones
“Recuerda al principio aquel estado de inquietud espiritual, la indefinible pasión, la melancolía, las erráticas alegrías que sentía antes de encontrarse con su amada; luego, el amor explosivo que ella le inspiraba, su angustia delirante, sus ataques de furia celosa, la vuelta a la ternura, sus consolaciones religiosas”
Segunda parte
Un baile
“Encuentra de nuevo a su amada en un baile durante una fiesta rutilante”
Tercera parte
Escena rural
“Un atardecer de verano en el campo, oye dialogar a dos pastores en su “ranz des vaches”(*); este dueto pastoril, la escena, el leve viento que hace susurrar los árboles, leves esperanzas que ha concebido recientemente, todo conspira a devolverle al corazón una calma desacostumbrada y darle a sus pensamientos un colorido más feliz; más ella reaparece, él siente una angustiosa congoja y penosos pensamientos lo distraen: ¿ella lo traicionaría?…Uno de los pastores retoma una sencilla melodía, el otro ya no le contesta. El sol se pone…suena distante el trueno…soledad…silencio…”
(*): “ranz des vaches” son melodías que entonan los vaqueros de Suiza y algunos lugares de Francia para llamar al ganado, usando unas trompas muy largas.
Cuarta parte
Marcha al cadalso
“Sueña que ha matado a su amada, que es condenado a muerte y que lo llevan al cadalso. La procesión avanza al compás de una marcha que es a ratos sombría y salvaje, otros, brillante y solemne, en la que un sordo sonido de pesados pasos sigue, sin transición, a los estallidos más fuertes. Al final, la idea fija reaparece por un momento, como un pensamiento final de amor interrumpido por un golpe fatal”
Quinta parte
Sueño de un aquelarre
“Se ve en un aquelarre, en el medio de un horrendo grupo de sombras, brujas y mounstros de todo tipo que se han reunido para su funeral. Sonidos extraños, gruñidos, carcajadas; gritos distantes que son repetidos por otros más. La amada melodía vuelve a aparecer, esta vez sin su carácter noble y sensible; ahora no es más que una vulgar melodía de baile, trivial y grotesca: es ella, que viene al aquelarre…Rugidos de contento al verla llegar…Ella se une a la orgía diabólica…Suenan las campanas funerarias, parodia burlesca del Dies Irae (**). El baile de las brujas. El baile de las brujas combinado con el Dias Irae”.
(**): Dies Irae es parte de la música de una misa de difuntos
Algo interesante es que esta obra, a pesar de introducir muchas innovaciones, fue bien recibida y valorada por los músicos y por el público en general. La introducción de un programa extra-musical, la excelente orquestación, que demanda una orquesta con bastante más intérpretes y diversidad de instrumentos, fueron todos elementos tomados por músicos como Liszt, Wagner y más tarde Mahler para sus poemas sinfónicos, óperas y sinfonías.
Berlioz siguió componiendo óperas, música religiosa, la sinfonía Haroldo en Italia para viola y orquesta por encargo de Paganini, etc. Además escribió entre otras obras un “Gran tratado de instrumentación y orquestación moderna” utilizado por muchos compositores posteriores.
También fue un gran director de orquesta, en una época en que los conciertos públicos se volvieron cada vez más populares.
La Sinfonía Fantástica es merecidamente la obra más famosa de Berlioz, pero para disfrutarla plenamente es bueno conocer cómo se gestó y el programa en que se basa. Dada su rica orquestación y los contrastes dinámicos que posee, mi recomendación es que, en lo posible, la escuchen en forma presencial interpretada por una buena orquesta. Si no es posible, vean el video con un equipo con buena imagen y sonido para apreciar todos sus detalles, teniendo a mano el programa escrito por Berlioz y así disfrutar de una gran creación musical que, a 190 años de su estreno, sigue emocionando.
La versión que escuchamos es de la Orquesta Filarmónica de Radio Francia dirigida por Myung-Whun Chung (registrada en la Sala Pleyel (París) el 13 de Setiembre de 2013). Para escucharla completa
16 Comments
Excelente la explicación de la Sinfonía Fantástica de Berlioz
Me alegro que te haya gustado Marta. Muchas gracias
Gracias Jorge. Un fantástico regalo.
Gracias a vos, Roberto. Que lo disfrutes
Maravillosa obra y maravillosas las explicaciones que nos proporcionas.
Muchísimas gracias Mary Carmen por tu comentario. Me alegra que te haya gustado.
Seguís asombrando por tus conocimientos y dedicación.
Muchas gracias por abrirnos un panorama tan fantastico
Muchas gracias a vos Julio por tu comentario
Digno de admiración!!!!! Gracias Jorge por compartir tu caudal de conocimientos
Muchísimas gracias Marta y me alegra que te haya gustado
Muy interesante Jorge, desconocia toda esta historia, solo la musica, me encanto, gracias
Es un caso donde la música esconde una historia interesante. Muchísimas gracias Leo
Excelente como siempre.Muchas gracias .
Me alegra que te haya gustado. Muchas gracias Carlos.
Gracias Jorge por refrescar esta maravillosa obra de Berlioz. Uno no se cansa de escucharla una y mil veces!!!!
Comparto tu opinión Alberto y además ocupa un lugar importante en la historia de sinfonía. Muchas gracias